Washington, 22 sep (Prensa Latina) Un gran jurado federal acusó al legislador demócrata Robert «Bob» Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, por su comportamiento corrupto al aceptar cuantiosos sobornos, revelaron documentos judiciales publicados hoy.
El senador por Nueva Jersey fue imputado junto a su esposa, Nadine Menéndez, a partir de una investigación sobre corrupción pública llevada a cabo durante años por el Departamento de Justicia.
La acusación responsabiliza a Menéndez, de 69 años, y a su pareja de vida, en tres cargos relacionados por sus vínculos con tres empresarios de Nueva Jersey, o sea, conspiración para cometer soborno, conspiración para cometer fraude de servicios honestos y conspiración para cometer extorsión.
Los tres socios de Nueva Jersey, identificados como Wael Hana, José Uribe y Fred Daibes, son también coacusados y se enfrentan a dos imputaciones.
Los fiscales federales en el Distrito Sur de Nueva York anunciaron los cargos durante una conferencia de prensa este viernes y dijeron que la pesquisa está en curso.
La acusación de 39 páginas afirma que a partir de 2018, Menéndez y su esposa aceptaron cientos de miles de dólares en sobornos a cambio de usar su poder e influencia como senador estadounidense para enriquecer y proteger a los tres empresarios y beneficiar supuestamente al Gobierno de Egipto.
Los sobornos al parecer incluían dinero en efectivo, oro, pagos de la hipoteca de una vivienda, compensación por un «trabajo de poca o ninguna presentación», un vehículo de lujo y «otras cosas de valor», señala eñ documento incriminatorio.
Agentes federales encontraron más de 480 mil dólares en efectivo durante una búsqueda en la casa de la pareja en junio de 2022, «gran parte metido en sobres y escondido en ropa, armarios y una caja fuerte», así como más de 70 mil dólares en una caja de seguridad perteneciente a Nadine Menéndez.
También encontraron lingotes de oro por valor de más de 100 mil dólares, de acuerdo con la acusación.
Los agentes federales que realizaron la búsqueda también hallaron numerosos artículos pagados por Hana, Daibes o Uribe, incluidos muebles para el hogar y un Mercedes-Benz convertible.
De acuerdo con la investigación, los fiscales alegan que la «relación corrupta» entre Menéndez y tres empresarios comenzó alrededor de 2018, cuando Hana y Nadine Menéndez «trabajaron para presentar a funcionarios militares y de inteligencia egipcios» al senador con el objetivo de establecer un «acuerdo corrupto».
El acuerdo exigía que Hana, con la ayuda de Daibes y Uribe, proporcionara sobornos a los Menéndez a cambio de que el senador utilizara su postura para beneficiar al gobierno egipcio, a Hana y a otros.
La posición de Menéndez como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado le permitió supervisar la ayuda militar estadounidense a países extranjeros, incluido Egipto.
La acusación señala que el senador, como presidente del panel, «poseía una influencia sustancial» en este asunto.
Menéndez está acusado de proporcionar información gubernamental confidencial y no pública a Nadine Menéndez sobre el número de personas que prestan servicios en la Embajada de Estados Unidos en El Cairo, antes de que se casaran, lo cual presuntamente ella envió a Hana, que luego compartió con la parte egipcia.
Los problemas de Menéndez con la justicia por actitudes corruptas tienen cola. En 2015 fue acusado de cargos federales de corrupción por presuntamente no informar sobre numerosos obsequios de un donante político en cuyo nombre intercedió ante varias agencias gubernamentales.
En aquel momento negó haber actuado mal y se declaró inocente, y continuó sirviendo en el Senado.
Su juicio comenzó en septiembre de 2017 y dos meses después terminó nulo tras no llegar el jurado a un veredicto y en enero de 2018, el Departamento de Justicia anunció que no volvería a juzgar a Menéndez.
Sin embargo, tres meses después, el Comité de Ética del Senado lo amonestó «severamente» y le ordenó que «reembolsara el valor justo de mercado de todos los obsequios no permitidos que aún no se hayan pagado» y en noviembre de ese propio años fue elegido para un tercer mandato en la Cámara Alta.
Bob Menéndez, considerado como «el más republicano de los demócratas», se ha destacado por su posición de hostilidad hacia Cuba (país donde nacieron sus padres), siendo artífice, junto a otro grupo de congresistas anticubanos por tratar de impedir cualquier cambio de política del Gobierno de Estados Unidos hacia la isla.